El Baix Llobregat a debate, un proceso colectivo para repensar la comarca

El Baix Llobregat a debate, un proceso colectivo para repensar la comarca

Si vive o se mueve por el Baix Llobregat, seguramente durante los últimos meses ha visto carteles o incluso ha participado en actos con el sello “El Baix Llobregat a Debat”. Pero, ¿qué es exactamente «El Baix Llobregat a Debate»? Hoy os ofrecemos una visión general de esta iniciativa de participación ciudadana única, impulsada por el Centre d’Estudis Comarcals del Baix Llobregat, y llevada a cabo gracias al esfuerzo desinteresado de un gran número de ciudadanas y ciudadanos comprometidos con la defensa de la comarca y la resolución de sus retos.

Desde principios de año, más de 2.000 ciudadanos han participado en las 51 mesas redondas y debates abiertos, celebrados en espacios repartidos por todo el territorio de los 30 municipios que forman la comarca, desde Castelldefels hasta Olesa de Montserrat, pasando por Begues, el Prat, Esplugues, Molins de Rei, Torrelles, San Vicente dels Horts o Collbató … 51 conversaciones en las que se han planteado temas tan trascendentes como «El encaje del Baix Llobregat en su entorno», «El río y la gestión del agua»,»La singularidad del Baix Llobregat «,»El impacto de la logística en la comarca»,»Las ciudades en el siglo XXI», «El aprovechamiento y gestión de los bosques», «La economía social y la economía de integración al Baix Llobregat«, entre otros. Del pensamiento producido en todas estas jornadas de brainstorming ciudadano se ha hecho registro, y las conclusiones se presentarán en el plenario del Congreso que se celebrará los próximos días 8 y 9 de julio, y el día 15 de julio en el Foro Municipalista con la presencia de los alcaldes.

El Baix Llobregat

La organización se ha hecho gracias al esfuerzo de muchos voluntarios, y con la participación de expertos de dentro y fuera de la comarca, que han tomado parte en las sesiones desinteresadamente motivados por la ambición del reto. «Creo que conseguiremos romper tópicos tras el debate sobre cómo afrontar el futuro de la comarca y como encajamos en el territorio. Porque vamos tan acomplejados? Elevemos la mirada. Un hecho: el Área Metropolitana de Barcelona son 36 municipios de los cuales 23 son del Baix Llobregat. La AMB somos nosotros. Sin el Baix Llobregat no hay Área «, dice la presidenta del Centro de Estudios Comarcales del Baix Llobregat, Conchita Sànchez.

El sentido del proceso «El Baix Llobregat a Debate» ha sido, dice Conchita, «hacer una sacudida de la comarca» después de que la Ley de Gobiernos Locales pusiera el Baix Llobregat en el punto de mira de una reorganización del territorio y de las instituciones supralocales. «Somos una comarca de comarcas. Y eso es un activo. Debemos tener voz propia. Hablamos de racionalizar los recursos públicos? De acuerdo, pero esto no debe implicar una disgregación «, asegura.

La comarca es heredera del movimiento obrero, de las luchas y reivindicaciones de los agricultores, de los movimientos vecinales a favor de barrios dignificados «pero no queremos ser el patio trasero de Barcelona ni unos terrenos expectantes», reivindica. «Tenemos que decidir hasta qué punto tenemos que pagar un peaje», sostiene, haciendo referencia a las servidumbres con Barcelona. Pero también señala el handicap que a su entender ha representado la competencia entre municipios vecinos para solucionar problemas locales más que cooperar, y este modelo, afirma, «debe cambiar». «El debate nos empodera para decir que la solución pasa por más cooperación», aludiendo a cómo los nodos de una red se benefician de la potencia y vínculos con los más próximos, más que de la competencia entre todos.

El Baix Llobregat a Debate es un esfuerzo hercúleo para conectar a todos los que desde cualquier ámbito comparten reflexión y propuestas de futuro en el Baix Llobregat, ​​la planificación urbana, el mantenimiento de la agricultura, el río, el peso de las infraestructuras, la conectividad interna o la estrategia industrial. Un debate muy vivo, que recogimos en nuestro documental «El patio trasero», y que por su importancia y efervescencia nos motivó a llevar adelante el proyecto «Orgullo de Abajo». Por eso seguiremos conectados de cerca a todo lo que pase alrededor del «Baix Llobregat a Debate», y os seguiremos informando. Continuará.

Para más información del Congreso esta es su web y redes sociales: www.baixllobregatadebat.cat   Xarxes socials: FacebookTwitterInstagram

«Pota blava», sello de calidad

«Pota blava», sello de calidad

Lola y Valentina hace años que se dedican a la cría de pollos Pota Blava (de pata azul), la raza de Prat y único pollo en todo el Estado reconocido con una Indicación Geográfica Protegida (IGP). A sus setenta años, siguen manteniendo la producción de esta ave, no tanto para comercializarlo, porque ya no se dedican como negocio, sino para autoconsumo y para procurar el mantenimiento de la raza. Otras granjas en el Prat ya se encargan de la comercialización. El Ayuntamiento del Prat da su apoyo para la difusión y conservación de esta raza.

La Lola alimenta els pollastres a la masia MaletLos restauradores de la comarca del Baix Llobregat han puesto en valor el «pota blava», haciéndolo protagonista de cartas y de menús, con platos tradicionales e innovadores. También es la estrella de varias citas gastronómicas en el Baix Llobregat, como el «Quinto Tapa», o la «boda» que se organiza cada año entre la alcachofa y el pollo, los dos llamados «Prat», en las «Jornadas Gastronómicas «.

En el centro urbano de El Prat, rodeada hoy por un enjambre de edificios de viviendas, está la masía Cal Malet. Hay varios gallineros con una cuarentena de gallos y gallinas de la variedad leonada de pota blava. Hay otra, la blanca, pero por lo que cuentan Lola y Valentina, no se cría tanto como la otra. Al pollo «pota blava» se le distingue por el azul pizarra de sus patas y dedos, junto al rojo vivo de la cresta, cara, el blanco de las orejas, ojos avellanas rojizo y el pico oscuro.

Tradición de cría de aves de corral en las masías del Delta

Pollastre Pota blava a la granja Cal MaletLola Malet -y su hermana Teresa-, como Valentina Guisado, presidenta de la Asociación de criadores de pollos de raza Prat, empezaron muy jóvenes a criar gallos y gallinas pota blava. En muchas casas de la comarca y especialmente en las del Delta, los agricultores criaban aves -ocas, patos, pavos y sobre todo gallos, gallinas y capones- de acuerdo con lo que explica el historiador del Delta, Jaume Codina. Las gallinas y los huevos que ponían significaban un ingreso extra. Los padres de Lola llegaron al Prat desde L’Hospitalet para hacer de payeses y se quedaron trabajando la tierra. El hijo de Lola también se dedica y como no, en sus campos reinan las alcachofas y las hortalizas. 

Pollastres Pota blava a la masia Malet«Lo único que no me gustaba era matar los pollos. Mientras vivía mi madre, ella se preocupaba. Después, me tuve que hacer cargo. Yo! Que si por mí fuera, no moriría nadie! «. Lola es tímida pero tiene un gran sentido del humor. Tanto, que hace mucho tiempo que hace ver que no oye a su marido cuando éste intenta convencerla de que no dedique tantos esfuerzos a las gallinas. Pero le gusta hacer de criadora. Valentina llegó al Prat desde Almaden (Ciudad Real), se casó y comenzó a hacer de criadora, al tiempo que su familia se dedicaba al campo.

Un pollo de cerca de 4 kilos

Valentina GuisadoValentina dice que en la feria que se hace en el Prat cada año tradicionalmente en Navidad, un ejemplar de pata azul de entre 3 y 4 kilos puede valer unos 45 euros. Está claro que su carne tiene una calidad mayor que la de muchos otros pollos. Los Ppota blava estan criados un mínimo de 3 meses, aunque se los hay que la cria se prolonga unos cuantos meses más, por ejemplo hasta los siete. Su carne es fina y melosa, menos grasa, apunta Valentina. «Lo bueno es cuando hay familia en casa y cocinamos pollo, a todos les encanta», dice Lola.

Lo que ya no le gusta tanto a Lola es que no hay muchos jóvenes que quieran dedicarse a la cría, algo con lo que Valentina no acaba de estar del todo de acuerdo ya que según dice hay unos cuantos que prometen. Eso, si, Lola se hace un hartón de hacer entrevistas con periodistas, entre los cuales hay americanos, ingleses … atraídos por la curiosidad sobre la fama del «pota blava». «Es una lástima que todo esto no hubiera pasado antes, con la propaganda que nos habrían hecho!», Dice. Lola y Valentina esperan que la nueva granja hecha por el Ayuntamiento para dar a conocer el «pata azul» se pueda llenar de aves una vez se consigan todos los permisos y además de difundir la raza también atraiga la atención de nuevos criadores.

Pollastres Pota blava a la masia MaletGallos y gallinas campan con suficiente espacio en los gallineros de la granja de la Lola. Comen maíz, pienso y verduras. Todos los ejemplares están anillados para distinguir su crianza y genealogía, que queda recogida en los libros de control. Esto facilita la selección de ejemplares para la reproducción de la raza Prat. Y cuando es el momento, a la cazuela. Cada uno tiene sus trucos, sus recetas. Lola pone una ramita de canela. La Valentina, además de poner una copa de brandy, se asegura que el pollo guste a todo el mundo poniendo en una bandeja aparte piñones, ciruelas manzanas y orejones.

Gavà manda en la temporada del espárrago

Gavà manda en la temporada del espárrago

Estamos en plena temporada de espárragos, y Gavà lo acaba de celebrar con la tradicional feria agrícola que dedica a este producto, que se organiza desde 1932.

En Josep Campany i el seu germà petit Narcís, de Cal Sobrall, a Gavà, omplen d'espàrrecs els cabassos.

Gavà es el único lugar de Cataluña donde es cultivan espárragos blancos. Durante todos los meses de abril, una de las escenas cotidianas en los campos del municipio es ver cómo se cosechan espárragos, como podéis ver en la fotografía que acompaña estas líneas en que unos jovencitos agricultores de Cal Sobrall – Josep Campmany y su hermano pequeño Narcís – llenan de espárragos sus capazos a las «arenas de gavà». Esta imagen fue tomada en 1934, justo cuando el cultivo del espárrago en Gavà tenía su momento de esplendor y se producían unas seis mil toneladas anuales.

Hoy, la mayor parte de la producción de espárrago que se cultiva en Gavà se queda en la ciudad, pero no es porque los agricultores no quieran ampliar horizontes sino porque desde hace unas temporadas las producciones son pequeñas debido a una plaga que afecta a la planta, según explica Josep Pañella, presidente de la cooperativa agropecuaria de Gavà. La atracción por este producto de calidad de temporada es grande, y la promoción que hacen los restauradores, con su creatividad y apuesta por el producto de proximidad, hace que la demanda sea mucho mayor que la oferta. No hay que distraerse si desea probarlos.

Pruebas con una nueva variedad holandesa

Ahora, los agricultores harán una prueba con una nueva variedad, para ver su resistencia y arraigo en las tierras de Gavà. Todos los espárragos cultivados en Gavà son fruto de una variedad holandesa. Precisan de tierra arenosa y de humedad, cualidades que Gavà reúne en sus campos. Cuando crecen, con la adaptación a nuestro clima, dan lugar a una variedad propia.

Dice Josep Pañella que desde la cooperativa, los agricultores han pensado en pedir al Ayuntamiento su apoyo para poder contar con técnicos de la Universidad Politécnica de Cataluña, para que hagan una investigación sobre las enfermedades que afectan a las plantas. En esto y en buscar agricultores jóvenes que se atrevan a hacer pruebas en sus campos con la nueva variedad, trabajan en la actualidad. Y es que pese a que el producto estrella en Gavà es el calçot, en la cooperativa se han puesto manos a la obra para mejorar la productividad del espárrago.

Cestas artísticas en la muestra agrícola

Panera de verdures fresques guardonada amb el primer premi a la fira agrícola de Gavà.

Para la feria es toda una tradición organizar una muestra agrícola, y los agricultores y sus familias participan elaborando unas cestas artísticas hechas unas con verduras frescas y otras con grano, además de hacer una presentación de manojos de espárragos, como podéis ver en la galería de fotografías.

Sobre cestas artísticas, Montserrat Mestres sabe mtodo lo que hay que saber, ya que se ha llevado los primeros premios en muchas ediciones. Y a pesar de que este año no ha sido galardonda, sigue participando y pensando con mucha antelación que es lo que podría hacer para la próxima competición. Participa desde 1964. Es todo un proceso, primero creativo, y segundo laborioso. Al menos durante todo un mes, Montserrat hace los preparativos y el día antes de la feria, como el resto de participantes, monta la cesta por la noche. El jurado se reúne a las 6 de la mañana del sábado de feria para hacer su valoración.

La Montserrat Mestres

La tradición viene de lejos para la Montserrat. Ya participaba -y sigue haciéndolo- en las ofrendas de verduras que los agricultores del Baix Llobregat hacen cada año, por diciembre, a la virgen de Montserrat, en agradecimiento a una buena cosecha.

Como el resto de concursantes, Montserrat se las tiene que ver con las pieles de puerro, cebolla seca, berenjenas negras y rayadas, pimientos asados, remolacha roja, ajos tiernos, hojas de repollo, cáscaras de huevo, juncos, las raíces del puerro, y por supuesto, espárragos. Ha intentado nunca hacer una trenza con la piel de los porros? Pues Montserrat es una especialista. Tiene 76 años.

«Pero el Llobregat lleva agua?»

«Pero el Llobregat lleva agua?»

Mientras iba y volvía, de casa al río y al revés, Edgard Madrenys, fotógrafo y técnico de rehabilitación de fauna salvaje, iba recogiendo impresiones de sus vecinos de Cornellà cuando les explicaba lo que había encontrado en la orilla. «Pero el Llobregat lleva agua?» Le preguntó un día un conocido.

Tal era el desconocimiento sobre un lugar tan cercano. Ahora se ríe cuando lo cuenta. Pues resulta que sí, no sólo lleva agua, ya no es una cloaca e incluso, si abrimos bien los ojos, podemos ver muchas especies de animales y de flora.

Bernat pescaire, realitzada damunt la passera que creua a cornella

Edgard es de aquellas personas pacientes capaces de invertir el tiempo y las ganas necesarias para obtener una buena fotografía. Se debe inspeccionar el terreno, primero. Hay que supervisar los mejores lugares de observación, tanto de aves como de anfibios, y hacer las mil y una para que los animales no detecten la presencia del fotógrafo y de su cámara. Así, hay que pensar en el camuflaje.

Lo que el río ofrece

Todo comenzó de muy joven, cuando con un buen amigo suyo iban a menudo al río con la idea de descubrirlo todo. Después, se colgó unos prismáticos al cuello y continuó con su afición. Finalmente, un día, pudo comprar una cámara y comenzó a hacer fotografías. Se define como un autodidacta en el aprendizaje de la fotografía.

«Cuando empecé, hace más de diez años, me preguntaban siempre porque iba al río, y me decían que allí me robarían la bici, que como es que se me ocurría ir», dice. «Bueno, a mí me interesaba lo que el río ofrecía», se responde. Y es que, como él mismo apunta, entre el cemento de las autopistas, cerca de las vías de tren, la naturaleza se abre camino en lugares que, insospechados o no, acogen flora y aves, como los abejarucos, en su tránsito desde el sur de África y hasta el Baix Llobregat.

Como señala en su página web –madrenys.com-, había visto por la televisión como los leones cazaban gacelas, pero le fascinaba saber que no muy lejos de su casa había otros depredadores que, para sobrevivir, tenían que luchar tanto o más que los leones para cazar sus presas, aunque en este lugar de la comarca, atravesado por puentes, líneas eléctricas, autopistas … era más difícil poder observarlo. Y este fue su reto.

Sorpresa en plena noche

Gripau corredor, fotografiat a la vora del riu, a Cornellà

En muchas ocasiones, planta una pequeña tienda entre la vegetación del río. Tiene un diseño de camuflaje  y la apariencia de un gran arbusto. Y desde allí, dirige sus operaciones para obtener una buena fotografía sin ser visto. En otros momentos, y de la mano de algunos agricultores, se adentra en el parque agrario para fotografiar otros animales: erizos, lechuzas, águilas pescadoras, sapos …

A veces, él y los vigilantes del parque agrario se han sorprendido mutuamente, cuando en plena noche, de repente, se han encontrado cara a cara: «Imagínese, que encuentren alguien de madrugada, cerca del río, con una linterna, calzado con unas botas altas de agua … y el permiso para hacer las fotos, por supuesto! «.

Orquidea abellera

«Ahora el río es más conocido que antes. La gente pasea por su orilla. Y a veces se adentra entre la vegetación «, explica. Esto tiene también tiene efecto sobre el comportamiento de algunas especies. Por ejemplo, en el momento de hacer los nidos.

Al rescate de renacuajos

Tanto o más sorprendente es verlo, acompañado de sus colegas y amigos, con botellas de agua y cubos, en las zonas de agua estanca que hay cerca del río y el delta. Justo antes de que las desequen para evitar la proliferación de mosquitos con las altas temperaturas, procuran salvar las puestas de renacuajos introduciéndolas en los recipientes. Después, se dirigen a otros puntos, más protegidos, para depositarlos.

Eriçó fosc, realitzada al parc agrari. Foto: Edgard Madrenys.

Ahora tiene treinta años, ha publicado un libro de fotografías, («Cornellà, natura amagada»), se dedica profesionalmente a organizar visitas guiadas para observar la fauna salvaje en la alta montaña, y cuando es capaz de arañar horas al tiempo, se dirige al río pensando que cada incursión es un nuevo descubrimiento. También participa en las visitas guiadas al río organizadas por el Ayuntamiento de Cornellà.

También organizó una exposición con imágenes inéditas sobre la riqueza natural que alberga el río a su paso por Cornellà, que ahora se convertirá en itinerante por la ciudad, y con el deseo de que se pueda ver también a muchas de las ciudades de la comarca.

Fotografías: Edgard Madrenys.

«La Trama»: Payeses jóvenes que siguen aprendiendo del campo

«La Trama»: Payeses jóvenes que siguen aprendiendo del campo

La cooperativa de productos ecológicos «La Trama», de Viladecans la forman tres socios y jóvenes agricultores: Marta Pastor (36), Oriol Comelles (36) y Sergi Camí (41). Marta y Oriol son primos. Sergi estudió ebanistería y mecánica, hace seis años que se dedica a la huerta y le interesa la agricultura biodinámica. Cultivan cerca de 4 hectáreas y la mayor parte de lo que producen lo venden directamente a sus clientes. Incluso, hay productos que les quitan de las manos.

El dia que quedamos, no estaba Sergio. Marta, además de hacer de payesa, también cuida de una masía, junto con su marido Santi. Es una pequeña granja cerca de Els Bruguers, en Gavà. Además de gallinas, tienen rebaños de ovejas y de cabras. Y claro, uno de los productos que elaboran es leche de cabra. Obtienen una producción muy pequeña pero de momento, siempre que tiene, ya la ha vendido a sus clientes. Directamente de la granja a consumidores.

Marta cuenta que fue Oriol quien la animó a hacer de payesa. De eso hace tres años. Oriol se encoge de hombros, hace una mueca y ríe, haciendo ver que ella ya tenía interés. Antes de eso había hecho otros trabajos, desde monitora a oficinista. La vida da muchas vueltas, y entre los ánimos de su primo y el proyecto emprendido con “la Trama”, dio un paso hacia adelante en dirección al campo.

Antecedentes payeses

Oriol proviene de agricultores. Iba para profesor de historia y mientras estudiaba se dedicaba al campo, en las tierras de su familia, haciendo autoconsumo. Junto con Marta, coincide en que el aprendizaje ha sido muy duro. No sólo sobre plantar, cuidar y cosechar, sino también para vender. Cultivan hortalizas, verduras y fruta. Este año, Oriol terminará el último curso en la universidad, pero en lugar de historia saldrá con una titulación en ingeniería agrícola. Si pueden, introducirán mosqueros para hacer capturas de las moscas que pican la fruta, aunque dicen que de momento, las plagas no les han causado grandes estragos.

«Aprendemos de los errores -sostiene Marta-, y las cosechas no son siempre iguales. Puedes planificar pero después la naturaleza puede ser que te lo trastoque todo «. Se refiere a este invierno, en el que las altas temperaturas provocaron que las coliflores y los brócolis, plantados en diferentes momentos, los tuvieron que recoger todos de golpe en Navidad.

Rotación de cultivos

De huerta y verdura plantan casi de todo. Mientras hablamos, Oriol señala varias hileras de espárragos que crecen. Estamos en temporada. Procuran eso si, hacer rotaciones en los cultivos. De fruta, sobre todo producen peras (de san Juan, moscatella y canela), manzanas (Golden y Fuji), granadas, y ciruelas, en la variedad más conocida en el Bajo, la mirabolà, junto con claudias, negros y japonesas. La imagen familiar que puede ver en las fotografías está tomada ante uno de los ciruelos (mirabolà) que más aprecian, por productiva: 80 kilos de un solo árbol.

Eligieron el nombre de La Trama para su explotación porque consiguieron organizar todo un sistema de producción y de distribución junto con otros productores locales que se sumaron, por ejemplo de pan, cerveza artesanal, jabón o setas. Ahora, rumian si poner otro nombre a su negocio. Tienen una red de clientes muy fieles, sobre todo de grupos de consumidores y cooperativas de consumo de producto ecológico que los compran directamente lo que producen.

Quien se dedica a la distribución es Santi, el marido de Marta. También venden en los mercados de payés de la comarca y en el mercado de la Tierra en Barcelona. Su modelo de negocio se basa en el control de todo el proceso de producción, recogiendo y evaluando los resultados del contacto directo con el consumidor con la venta de producto de calidad y ecológico.

La cara oculta del Delta del Llobregat

La cara oculta del Delta del Llobregat

En estas últimas horas de campaña, queremos compartir con todos vosotros un mensaje de los compañeros de Depana, explicándoos la recompensa que ellos aportan y que aún está disponible, e invitando a descubrir con ellos el territorio. Aquí lo tenéis:

Conocer es algo más que ver, es apreciar lo que ves. Sólo lo que se conoce de verdad, se puede llegar a valorar y estimar.

Desde DEPANA, y como aportación al Verkami organizado con el objetivo de llevar adelante el proyecto «Orgull de Baix«, el próximo día 1 de mayo tenemos previsto hacer una ruta por lugares emblemáticos del Delta del Llobregat.

El objetivo es que los participantes puedan apreciar los fuertes contrastes de esta parte de la Comarca, al mismo tiempo que disfrutan de un recorrido por espacios naturales poco conocidos: los límites del Delta, donde conviven grandes infraestructuras y polígonos industriales, junto con las especies protegidas y hábitats de importancia europea.

Visitaremos el río Llobregat en su frontera con la gran Barcelona, ​​las últimas zonas agrícolas tradicionales de la llanura del Prat. La desembocadura, la complicada frontera de los espacios naturales con el aeropuerto, y para terminar la ruta, las últimas playas vírgenes de toda la Cataluña central.

Conoceremos de primera mano la última parte de la convulsa historia de este territorio, como se le ha ayudado a resistir y lo agradecido que es este entorno cuando se le da una oportunidad.
 ¡No perdáis la ocasión de ver el Delta del Llobregat desde otra perspectiva!

El punto de encuentro será la estación de Renfe de El Prat a la 9h. Acceso en ferrocarril, autobús y metro. Parquing gratuito. El recorrido por el Delta lo haremos distribuyéndonos en vehículos privados.

Duración de 9h a 13h.

 

El Llobregat y el Cardener son «ríos de sal»

El Llobregat y el Cardener son «ríos de sal»

Roger Lloret se ha pasado más de media vida cuidando de los ríos de nuestro país, y especialmente del Llobregat. No es una obsesión, sino que lo ha hecho porque era su trabajo (y su pasión). Aunque cuando tenía un momento para ocuparse de otras cosas, también seguía -y lo sigue haciendo- interesándose por los ríos y la meteorología. Químico y agrónomo, durante 40 años ha tenido en sus manos el control de la calidad y la sanidad del agua del Llobregat para la Sociedad de Aguas de Barcelona.

Acostumbrado a atender a investigadores y técnicos de empresas y de administraciones, en 2008 Roger conoció a Jordi Honey-Rosés, un estudiante de la Universidad de Illinois de madre catalana, a quien sus raíces lo llevaron a Barcelona con la idea de hacer su tesis doctoral.

Roger le facilitó toda la información y conocimientos de que disponía, tanto del Llobregat como del Cardener. Pero para acabar de orientar a Jordi, le pidió que fuera a las fuentes del Llobregat y procurase hacer el camino del río hasta su desembocadura. Dicho y hecho. Jordi se fue a Castellar de n’Hug y siguió todo el trazado del río hasta la desembocadura. Cuando llegó el delta, tuvo suficiente para decidir sobre qué trataría la tesis: la vertiente económica del río, o dicho de otra manera más explícita ante lo que había visto: Que es mejor, invertir en el río o en tecnologías que lo mejoren?

Aliados

Después, Roger conoció a Santiago Gorostiza, un estudiante que se disponía a estudiar la colectivización de empresas en la comarca del Baix Llobregat durante la guerra civil. El hecho es que cuando Roger, Jorge y Santiago se encontraron con un montón de datos en sus manos pasó como cuando se junta el hambre con las ganas de comer, y decidieron escribir un libro sobre la cuestión. Este es el origen de «Ríos de Sal» un intensivo estudio sobre el impacto de la sal a lo largo de la historia en el curso del Llobregat y el Cardener que han publicado con la ayuda del Centro de Estudios Comarcales del Baix Llobregat.

Durante cuatro años, consultaron toda la información disponible y llamaron a las puertas de todos los lugares conocidos y por conocer. La principal conclusión que destacan de su trabajo es que desde que comenzaron las explotaciones industriales de potasa en el Bages, la salinidad del río Llobregat ha sido el dolor de cabeza del abastecimiento del agua en el área metropolitana de Barcelona.

Durante los tres años que estuvo parada la planta de potasa en la guerra civil, los niveles de salinidad bajaron notablemente. Aún hoy en día, según los datos que los autores detallan en su libro, la salinidad del río sobrepasa los máximos que se fijaron durante la Segunda República. La Generalitat republicana había puesto en marcha un plan de acción para frenar la salinidad. Durante los trabajos de investigación, los tres autores descubrieron que la primera denuncia contra las minas está datada en 1926 por parte de la empresa textil Burés, debido a que la sal del agua había dañado sus turbinas.

La edición ha sido posible gracias al apoyo del CECBLL y de mecenas privados. Los tres están satisfechos con un libro que muestra cómo la población se moviliza para denunciar los impactos de la salinización de los ríos en Cataluña. Jordi Honey-Rosés es profesor en la universidad British Columbia de Vancouver. Santiago Gorostiza es investigador Marie Curie en la Universidad de Coimbra (Portugal).

“Rius de Sal – Una visió històrica de la salinització dels rius Llobregat i Cardener durant el segle XX”. Editat per Edicions del Llobregat- Centre d’Estudis Comarcals del Baix Llobregat.

 

«Aprendí cosas que nunca había visto»

«Aprendí cosas que nunca había visto»

«Aprendí cosas que nunca había visto». Lo dice uno de los alumnos de 3º de ESO del Instituto Olorda de Sant Feliu de Llobregat tras hacer una visita al parque agrario, ver el documental «El pati del darrera» y escuchar lo que les explicamos en clase sobre el proyecto interactivo «Orgull de Baix». Como él, muchos otros estudiantes dicen haber quedado sorprendidos por las dimensiones del espacio agrícola que forma el Parque Agrario, entre otros detalles. Tan cerca y tan desconocido, ¿verdad?

Pisaron el terreno, escucharon lo que dicen los agricultores y prestaron atención a los mapas y las fotografías del documental interactivo que estamos preparando. Más tarde, cada uno escribió una redacción subrayando lo que habían aprendido sobre la agricultura, el río, los acuíferos, que es un delta, lo que significa el parque agrario para Barcelona y las ciudades de su alrededor, o lo que hubiera representado un proyecto como Eurovegas.

«Debemos proteger las tierras, que simbolizan nuestra comarca y son fuente de vida. Y tenemos que luchar contra los que las quieren destruir «, escribe un estudiante con mucho convencimiento. Parece tener pocas dudas sobre el valor del suelo. En cuanto al del suelo, está en el camino de descubrirlo todo solito. Este mismo estudiante, con letra bien clara, confiesa que ha conocido un territorio que antes ignoraba. Lo veía como un lugar de paso. De modo que ahora ha sido capaz de darle valor: «He aprendido a valorar un territorio, que en parte me pertenece y pertenece a mi patrimonio».

Una gran extensión agrícola cerca de Barcelona

Les ha sorprendido poder ver con detalle la extensión del parque agrario y que éste está a tocar las ciudades en las que viven. También de que la agricultura tiene un papel «residual» entre las actividades económicas. Pero, además, han podido apreciar cómo este mismo espacio es una despensa de alimentos para Barcelona y las ciudades del Baix Llobregat.

Opinan que «Eurovegas» habría empobrecido a muchas personas, que habría reducido el espacio agrícola hasta su desaparición y, en consecuencia, habría provocado un «perjuicio» más que un beneficio. «La agricultura es más importante que Eurovegas», apunta uno de los alumnos, mientras que otro escribe que se ha dado cuenta de lo «presionado» que está el parque agrario por las infraestructuras que pasan a su alrededor cuando no lo atraviesan.

Han aprendido a distinguir la agricultura integrada, que busca minimizar el uso de productos químicos en el campo, de la ecológica, que todos la relacionan con la calidad y la salud como valores. De la zona alta del valle hasta la planície y el delta, los alumnos han recorrido el parque sobre el terreno y con nuestros mapas en una pantalla. Un espacio que produce fruta, verduras hortalizas, con dos acuíferos, uno de los cuales está muy salinizado, pero que por debido a una «buena tierra y climatología» resulta ser uno de los lugares más fértiles para la agricultura a un paso de la gran ciudad.

Un semillero de futuro

Un semillero de futuro

Claudi Casals se dedica al campo desde muy joven, aunque ha hecho muchas más trabajos. Un día, la espalda le jugó una mala pasada y como los médicos le recomendaron no pasar mucho tiempo sentado, se ingenió un trabajo que es el que está realizando desde hace más de veinte años: dedicarse a un semillero de hortalizas y verduras para trasplantar. Siempre está arriba y abajo, en movimiento.

En sus invernaderos de Sant Boi tiene casi de todo excepto trigo, forraje, patatas e injertos, sobre todo de tomateras, que dejó de hacer hace tiempo. «Aunque he notado una bajada de pedidos, porque muchos agricultores se deciden por los injertos en espera cosechar más kilos de tomates, se debe vigilar. La cantidad no significa calidad «, explica.

La mayor parte de los encargos que recibe son de payeses del parque agrario, pero también tiene clientes de otros lugares, a los que le gusta seleccionar. Porque así se asegura que le devuelvan las bandejas de la plantación. No es que le saque de quicio que sus clientes no piensen en devolvérselas, pero lo que no quiere es ir detrás de ellos para recuperarlas. Y de momento, le está dando buenos resultados esta táctica.

Alfombras verdes

En el interior de sus semilleros, sorprende al recién llegado las enormes alfombras que se ven. Claudi es todo bondad, sabiduría y buen humor. Al principio se las tenía con los pájaros que se atrevían a entrar, porque se comían la parte más tierna (lo mejor para ellos) de las plantas. Pero pensó: si no puedes con tu enemigo, únete a él. Y ahora, en el exterior, muy cerca de las puertas de los invernaderos, les deja pan y algunas semillas, y se reconciliado.

Dice que el apio, en su variedad francesa Delne, es de los productos que mejor se han adaptado a la tierra del parque agrario, lo que  tiene su recompensa, toda concentrada en la calidad. Como muchos otros agricultores, trabaja a gusto en el Baix Llobregat, ​a pesar de saber de la enorme fragilidad de este espacio agrícola, situado a las puertas de Barcelona y rodeado de otras ciudades.

Claudi Casals nos ha cedido plantas para colaborar en la campaña de micromecenazgo de Orgull de Baix. Los mecenas que aportan 15 €, aparte de salir en los créditos, reciben 6 unidades de plantel con variedades de temporada, tales como tomates, pimientos, lechugas o calabacines, como recompensa. Entrad en vkm.is/orgulldebaix y animaos a apoyar el proyecto.

Restaurantes de la comarca promueven “Sabors de l’Horta”

Restaurantes de la comarca promueven “Sabors de l’Horta”

La huerta y la fruta que se cultiva en el parque agrario del Baix Llobregat bajo el distintivo «Producto Fresco» es la base de la cocina que promueve el colectivo “Sabors de l’Horta”. Cuarenta dos restaurantes de toda la comarca, nueve más que el año pasado, forman parte de una iniciativa gastronómica creada por cocineros y cocineras y el Consorci del Parc Agrari. Una forma de conocer los productos que se cultivan a través de la cazuela.

Desde el extremo sur de la comarca y hasta los pies de Montserrat, restauradores de la mayor parte de las ciudades del Baix Llobregat ofrecen una cocina que se elabora con el «Producto Fresco», un sello de calidad en el parque agrario. Esto significa también la práctica de una cocina de temporada, además de próxima. Tradicional e innovadora, al gusto de cada cocinero y cocinera.

Todos los restauradores trabajan directamente con los productores, o dicho de otro modo: del campo a la mesa. Las alcachofas son protagonistas durante una parte del año en las cartas de los restaurantes que forman «Sabors de l’Horta». Pero también los espárragos, que están a punto de llegar, los puerros, las habas o los ajos tiernos. Las cerezas acompañan también muchos platos a partir de finales de abril y sobre todo en mayo, y no sólo en los postres sino también en los primeros y segundos platos. Y en verano, vendrán tomates, calabacines …

Los «Sabors de l’Horta» los encontraremos en unos platos que, como dicen los mismos restauradores, estan arraigados a la tierra y en el lugar donde se elaboran. No dejéis de consultar “la guía de restaurantes 2016” de la campaña.

Tres de los restaurantes participantes en la acción gastronómica –L’Àpat de Molins de Rei, Major 36 de Gavà i el Follia de Sant Joan Despí- colaboran con nuestro proyecto «Orgull de Baix», ofreciendo una comida para dos personas en uno de los tres restaurantes. Todo un tesoro.

Sabors de l horta