Los agricultores que se dedican a la agricultura ecológica en el Parc Agrari del Baix Llobregat habían planteado a menudo los técnicos de la Agrupación de Defensa Vegetal (ADV) del Parque Agrario sus dudas sobre cuál puede ser el mejor abono orgánico para la tierra. Ante los interrogantes, Albert Lacunza, uno de los técnicos de la ADV Frutales, con la colaboración de Mauri Gómez, responsable de mantenimiento de los espacios verdes de Can Comas, decidió investigarlo poniendo en marcha un estudio.
Los compuestos se aconsejan tanto en agricultura integrada como orgánica. Ahora bien, en el parque agrario la cabaña ganadera ha desaparecido y no hay lugares donde dispongan de estiércol. Además, como explica Albert, sobre los abonos orgánicos es necesario prever que, bien pueden resultar muy beneficiosos, bien pueden ser muy perjudiciales. Hay que sumar el hecho de que tan importantes son los ingredientes del abono como la manera de elaborarlo. A partir de estas premisas, inició el pasado diciembre un ensayo comparativo de diferentes compuestos para la agricultura ecológica, financiado por el Parque Agrario. Recientemente, ha terminado su estudio con la recepción de los análisis por parte de la Universidad de Barcelona y próximamente publicará los resultados en la web de la ADV fruitsdelbaix.cat.
Coles para las pruebas
Para el ensayo usó coles, aprovechando la temporada. Como sustrato, arena de construcción, un material inerte, de forma que su extrapolación a un suelo fértil tendría unos resultados iguales o mejores. Comparó los siguientes compuestos: humus de lombrices, que además de fertilizar es eficaz para recuperar tierras degradadas por sobreexplotación; otro elaborado a partir de estiércol de ternera por parte de una empresa berguedana; uno procedente de fracciones orgánicas de residuos de una planta de tratamiento de la comarca, y finalmente un compuesto fermentado (Bocashi) elaborado, por ejemplo, con estiércol, cascarillas de arroz, tierra, paja entre otros elementos, y que puede ser elaborado por el mismo agricultor en 15 días (aunque requiere dedicar tiempo).
Los resultados han dado como ganador el abono elaborado con estiércol de ternero: no sólo aporta nutrientes al suelo sino que también es de los mejores fertilizantes. Ahora, este ensayo se hará de nuevo utilizando como sustrato tierra del parque agrario. Además, en algunas fincas los agricultores han reservado también un espacio para la experimentación. Si hablamos de costes, hay que apuntar que todo agricultor invierte una media de 3.000 a 6.000 euros anuales por hectárea en fertilizantes, subraya Albert. La aplicación del abono ganador del ensayo puede tener un coste de 500 a 1.000 euros por hectárea y año y además contribuye a la doble función de mejorar el suelo y ser un buen fertilizante. Conclusión?
Fotografías: Albert Lacunza / ADV Fruiters Baix Llobregat.