Santa Coloma de Cervelló crea una bolsa de tierras para que las cultiven nuevos payeses

Santa Coloma de Cervelló crea una bolsa de tierras para que las cultiven nuevos payeses

Hace ahora un año que el equipo de gobierno de Santa Coloma de Cervelló consiguió que 35,94 hectáreas de suelo agrícola de montaña de su término municipal pasaran a formar parte del Parque Agrario. Así, se aseguraba la misma protección legal que el resto de las fincas del Parque dedicadas a la agricultura.

A la izquierda de la imagen, las dos extensiones de tierra de Santa Coloma de Cervelló que forman parte del Parque Agrario del Baix Llobregat. El Ayuntamiento se propone que se cultiven de nuevo.

Era la primera vez que unos campos discontinuos conseguían ser considerados territorio del Parque Agrario, pero lo más importante es que el acuerdo se alcanzaba por la vía de asegurar el mantenimiento de la agricultura «ante la presión urbanística», asegura el concejal Alfonso Muñoz, promotor de la iniciativa dentro del equipo de gobierno y concejal de Promoción Económica. De las tierras ahora protegidas, el 50% se encuentran abandonadas, mientras que en el resto todavía se trabajan.

Es el inicio de una aventura, ya que sigue abierta a nuevos participantes. El Ayuntamiento de Santa Coloma quiere atraer nuevos agricultores que arrienden las tierras a los propietarios y las vuelvan de nuevo productivas. Una de las ideas es crear una bolsa de tierras y ponerla a disposición de quien las quiera cultivar. Una cooperativa o un asociación de propietarios son dos propuestas que hay sobre la mesa.

Agricultura de montaña

Como es tierra de montaña, la agricultura que se puede hacer es de frutales, olivos, almendros … Alfonso ya está trabajando para que esta iniciativa se acompañe de la financiación necesaria para que las tierras dispongan del agua precisa para el riego y para poner las tierras en producción.

La idea es que los terrenos reservados recuperen su uso agrícola por parte de nuevos payeses.

Esta bolsa de tierras es consecuencia de que no ha habido un relevo generacional por parte de la mayoría de campesinos que se dedicaban. Muchos se han jubilado y no ha habido continuidad. Así, la mitad de estas tierras esperan que alguien las despierte para hacer nuevos cultivos.

Alfonso Muñoz, concejal de Promoción Económica del Ayuntamiento de Santa Coloma de Cervelló y promotor de la recuperación de terres para que se cultiven de nuevo.

Las 36 hectáreas se encuentran diseminadas entre el Pla de l’Entorn y Can Salgado de Santa Coloma de Cervelló. La gran parcelación del terreno -hay una treintena de propietarios- ha hecho más complejo el lanzamiento de la iniciativa aunque el regidor es optimista respecto al futuro. «Si se ha llegado a este punto, otros obstáculos se podrían salvar con la misma tenacidad negociadora y con una propuesta clara de uso como la que se ha acordado con el Parque Agrario».

La escuela de payés y la marca ‘Cereza del Baix Llobregat’

Mientras se avanza en la puesta en marcha del banco o bolsa de tierras, Alfonso Muñoz ya ha planteado un nuevo proyecto ligado a la productividad de las tierras ahora protegidas: crear una escuela de payés para formar a los aspirantes a nuevos agricultores, que podría estar gestionada por el Ayuntamiento, el Parque Agrario y los mismos agricultores que son sus propietarios. La propuesta apenas comienza andar.

La otra idea que se está promoviendo tiene que ver con la comercialización de las cerezas del Baix Llobregat. Es un fruto que se cultiva en el norte de la comarca y tiene una gran calidad y reconocimiento entre los consumidores. Por ello, lo que ahora se plantean varios municipios productores es un paso más el marketing del producto, y formalizar una realidad: crear la marca «Cereza del Barcelona». Si había pensado que ya existía esta marca, no vaya equivocados del todo. Pero es en la mente y en el paladar que está ahí. Los ayuntamientos de Santa Coloma de Cervelló, San Clemente, Torrelles, Sant Vicenç dels Horts y El Papiol se han puesto manos a la obra para dar pasos en esta dirección junto con el Parque Agrario, para apoyar el valioso patrimonio agrario de este producto.

«Aprendí cosas que nunca había visto»

«Aprendí cosas que nunca había visto»

«Aprendí cosas que nunca había visto». Lo dice uno de los alumnos de 3º de ESO del Instituto Olorda de Sant Feliu de Llobregat tras hacer una visita al parque agrario, ver el documental «El pati del darrera» y escuchar lo que les explicamos en clase sobre el proyecto interactivo «Orgull de Baix». Como él, muchos otros estudiantes dicen haber quedado sorprendidos por las dimensiones del espacio agrícola que forma el Parque Agrario, entre otros detalles. Tan cerca y tan desconocido, ¿verdad?

Pisaron el terreno, escucharon lo que dicen los agricultores y prestaron atención a los mapas y las fotografías del documental interactivo que estamos preparando. Más tarde, cada uno escribió una redacción subrayando lo que habían aprendido sobre la agricultura, el río, los acuíferos, que es un delta, lo que significa el parque agrario para Barcelona y las ciudades de su alrededor, o lo que hubiera representado un proyecto como Eurovegas.

«Debemos proteger las tierras, que simbolizan nuestra comarca y son fuente de vida. Y tenemos que luchar contra los que las quieren destruir «, escribe un estudiante con mucho convencimiento. Parece tener pocas dudas sobre el valor del suelo. En cuanto al del suelo, está en el camino de descubrirlo todo solito. Este mismo estudiante, con letra bien clara, confiesa que ha conocido un territorio que antes ignoraba. Lo veía como un lugar de paso. De modo que ahora ha sido capaz de darle valor: «He aprendido a valorar un territorio, que en parte me pertenece y pertenece a mi patrimonio».

Una gran extensión agrícola cerca de Barcelona

Les ha sorprendido poder ver con detalle la extensión del parque agrario y que éste está a tocar las ciudades en las que viven. También de que la agricultura tiene un papel «residual» entre las actividades económicas. Pero, además, han podido apreciar cómo este mismo espacio es una despensa de alimentos para Barcelona y las ciudades del Baix Llobregat.

Opinan que «Eurovegas» habría empobrecido a muchas personas, que habría reducido el espacio agrícola hasta su desaparición y, en consecuencia, habría provocado un «perjuicio» más que un beneficio. «La agricultura es más importante que Eurovegas», apunta uno de los alumnos, mientras que otro escribe que se ha dado cuenta de lo «presionado» que está el parque agrario por las infraestructuras que pasan a su alrededor cuando no lo atraviesan.

Han aprendido a distinguir la agricultura integrada, que busca minimizar el uso de productos químicos en el campo, de la ecológica, que todos la relacionan con la calidad y la salud como valores. De la zona alta del valle hasta la planície y el delta, los alumnos han recorrido el parque sobre el terreno y con nuestros mapas en una pantalla. Un espacio que produce fruta, verduras hortalizas, con dos acuíferos, uno de los cuales está muy salinizado, pero que por debido a una «buena tierra y climatología» resulta ser uno de los lugares más fértiles para la agricultura a un paso de la gran ciudad.

Restaurantes de la comarca promueven “Sabors de l’Horta”

Restaurantes de la comarca promueven “Sabors de l’Horta”

La huerta y la fruta que se cultiva en el parque agrario del Baix Llobregat bajo el distintivo «Producto Fresco» es la base de la cocina que promueve el colectivo “Sabors de l’Horta”. Cuarenta dos restaurantes de toda la comarca, nueve más que el año pasado, forman parte de una iniciativa gastronómica creada por cocineros y cocineras y el Consorci del Parc Agrari. Una forma de conocer los productos que se cultivan a través de la cazuela.

Desde el extremo sur de la comarca y hasta los pies de Montserrat, restauradores de la mayor parte de las ciudades del Baix Llobregat ofrecen una cocina que se elabora con el «Producto Fresco», un sello de calidad en el parque agrario. Esto significa también la práctica de una cocina de temporada, además de próxima. Tradicional e innovadora, al gusto de cada cocinero y cocinera.

Todos los restauradores trabajan directamente con los productores, o dicho de otro modo: del campo a la mesa. Las alcachofas son protagonistas durante una parte del año en las cartas de los restaurantes que forman «Sabors de l’Horta». Pero también los espárragos, que están a punto de llegar, los puerros, las habas o los ajos tiernos. Las cerezas acompañan también muchos platos a partir de finales de abril y sobre todo en mayo, y no sólo en los postres sino también en los primeros y segundos platos. Y en verano, vendrán tomates, calabacines …

Los «Sabors de l’Horta» los encontraremos en unos platos que, como dicen los mismos restauradores, estan arraigados a la tierra y en el lugar donde se elaboran. No dejéis de consultar “la guía de restaurantes 2016” de la campaña.

Tres de los restaurantes participantes en la acción gastronómica –L’Àpat de Molins de Rei, Major 36 de Gavà i el Follia de Sant Joan Despí- colaboran con nuestro proyecto «Orgull de Baix», ofreciendo una comida para dos personas en uno de los tres restaurantes. Todo un tesoro.

Sabors de l horta

Un ensayo de la ADV de Frutales del Parc Agrari encuentra el mejor abono para la agricultura ecológica

Los agricultores que se dedican a la agricultura ecológica en el Parc Agrari del Baix Llobregat habían planteado a menudo los técnicos de la Agrupación de Defensa Vegetal (ADV) del Parque Agrario sus dudas sobre cuál puede ser el mejor abono orgánico para la tierra. Ante los interrogantes, Albert Lacunza, uno de los técnicos de la ADV Frutales, con la colaboración de Mauri Gómez, responsable de mantenimiento de los espacios verdes de Can Comas, decidió investigarlo poniendo en marcha un estudio.

Los compuestos se aconsejan tanto en agricultura integrada como orgánica. Ahora bien, en el parque agrario la cabaña ganadera ha desaparecido y no hay lugares donde dispongan de estiércol. Además, como explica Albert, sobre los abonos orgánicos es necesario prever que, bien pueden resultar muy beneficiosos, bien pueden ser muy perjudiciales. Hay que sumar el hecho de que tan importantes son los ingredientes del abono como la manera de elaborarlo. A partir de estas premisas, inició el pasado diciembre un ensayo comparativo de diferentes compuestos para la agricultura ecológica, financiado por el Parque Agrario. Recientemente, ha terminado su estudio con la recepción de los análisis por parte de la Universidad de Barcelona y próximamente publicará los resultados en la web de la ADV fruitsdelbaix.cat.

Coles para las pruebas

Para el ensayo usó coles, aprovechando la temporada. Como sustrato, arena de construcción, un material inerte, de forma que su extrapolación a un suelo fértil tendría unos resultados iguales o mejores. Comparó los siguientes compuestos: humus de lombrices, que además de fertilizar es eficaz para recuperar tierras degradadas por sobreexplotación; otro elaborado a partir de estiércol de ternera por parte de una empresa berguedana; uno procedente de fracciones orgánicas de residuos de una planta de tratamiento de la comarca, y finalmente un compuesto fermentado (Bocashi) elaborado, por ejemplo, con estiércol, cascarillas de arroz, tierra, paja entre otros elementos, y que puede ser elaborado por el mismo agricultor en 15 días (aunque requiere dedicar tiempo).

Los resultados han dado como ganador el abono elaborado con estiércol de ternero: no sólo aporta nutrientes al suelo sino que también es de los mejores fertilizantes. Ahora, este ensayo se hará de nuevo utilizando como sustrato tierra del parque agrario. Además, en algunas fincas los agricultores han reservado también un espacio para la experimentación. Si hablamos de costes, hay que apuntar que todo agricultor invierte una media de 3.000 a 6.000 euros anuales por hectárea en fertilizantes, subraya Albert. La aplicación del abono ganador del ensayo puede tener un coste de 500 a 1.000 euros por hectárea y año y además contribuye a la doble función de mejorar el suelo y ser un buen fertilizante. Conclusión?

Fotografías: Albert Lacunza / ADV Fruiters Baix Llobregat.

Un payés de 21 años al que le gusta «despertar la tierra»

Un payés de 21 años al que le gusta «despertar la tierra»

Arnau Vidal es uno de los agricultores más jóvenes, por edad, que trabajan en el Parque Agrario del Baix Llobregat. Tiene 21 años y poco tiempo atrás se dedicaba a ayudar a su padre en la empresa familiar limpiando campos y arroyos con la maquinaria pesada de que disponen. Gracias a un tractor de gran potencia, desbroza los campos de matorrales y cañaverales. Ahora también lo hace pero no para otros agricultores, sino en interés propio.

Como algunos otros jóvenes de edades similares, Arnau ha tomado la opción de dedicarse a la agricultura reivindicando el oficio. Hace tres años, él y su padre hablaban de futuro. La limpieza de fincas y caminos tiene temporadas en las que hay mucho trabajo y en otras que no tanto. Su padre le preguntó entonces si no le gustaría hacer de payés y aprovechar el momento. Él le respondió con un sí decidido. «Te sientes libre», dice, cuando se le pregunta porque este oficio y no otro.

Con la misma maquinaria, limpia de vegetación los campos abandonados, retira la basura que se ha ido acumulando con el tiempo y los prepara para su cultivo. Algunas de las tierras que comienza a transformarse tienen más bien el aspecto de un gran campo de plásticos que, como si se tratara de una especie autóctona, destaca entre los desechos.

De hecho, Arnau, lo primero que hace es conseguir tierras para el cultivo allí donde no hay. Las desbroza, limpia y las prepara. Para empezar, planta alfalfa y avena. Asegura que es una de las mejores maneras que hay «para despertar la tierra». Al cabo de un par de años, cuando la tierra ya se ha quitado el sueño de encima, planta alcachofas, coliflores, habas o brócolis.

En poco tiempo, ya ha recuperado decenas de hectáreas llegando a acuerdos con sus propietarios. Algunos de los campos no forman parte del parque agrario. Otros sí. Pero mientras tanto, los ha vuelto a hacer productivos y se gana la vida. También hace de mecánico arreglando los tractores.

Fotografías: Orgull de Baix