«De espaldas al Llobregat»

«De espaldas al Llobregat»

Si hubiese un ranking entre los ríos (catalanes) más perjudicados por la presión del hombre -urbanística y industrial- el Llobregat se las vería negras por no estar entre las primeras posiciones. Pese a que el río ha mejorado notablemente en los últimos años, ciudadanos y técnicos expertos coinciden en que aún hoy hay mucho trabajo por hacer. Y no tanto para hacer más inversiones en depurar el agua sino en la prevención. Esto es: invertir directamente en el río.

Tram del riu Llobregat al seu pas per les rodalies de Montserrat. Imatge del vídeo divulgatiu "D'esquenes al Llobregat".

«El Llobregat es todavía hoy un gran desconocido con un gran activo y patrimonio para reivindicar». Lo decía Rafael Bellido, abogado urbanista medioambiental y moderador en el debate posterior a la presentación del vídeo divulgativo D’esquenes al Llobregat, el pasado jueves en la Casa de la Cultura de Abrera, promovido por la asociación naturalista Anda Abrera, y celebrado en la Setmana de la Terra de este municipio.

El riu Llobregat ha de conviure amb la indústria, les infraestructures i la pressió urbanística. Imatge del vídeo divulgatiu "D'esquenes al Llobregat".

Cauces que cambian

Un río al que se le ha tenido también miedo. Sus cauces han ido oscilando con el paso de los años debido a la urbanización de los espacios más próximos a las orillas. Josep Ribera, miembro de la plataforma ProuSal y de la Xarxa per una nova cultura de l’aigua (XNCA), apuntaba que a raíz de la extracción de potasa y la consiguiente salinización del Llobregat «se crea una deuda de país», ya que las salmueras siguen presentes a pesar de las inversiones que se realizan. La XNCA celebró incluso un juicio popular en Manresa. El acusado, las empresas extractoras de potasa. Ahora, llevarán las conclusiones del juicio al Ayuntamiento de Barcelona.

«De espaldas al Llobregat» muestra, a través de las imágenes y con la participación de testigos, como el Llobregat recibe el impacto de las grandes infraestructuras barcelonesas, la extracción de minerales o la voracidad urbanizadora, por ejemplo. También de la producción hidroeléctrica por el efecto de las esclusas que proliferan en su recorrido – emplazamientos para unas setenta minicentrales eléctricas, según subrayaba Roger Lloret, ingeniero químico y agrícola y autor del libro “Rius de sal”. La entrada en funcionamiento de las turbinas y la falta de caudales mínimos (el ecológico o el necesario para preservar sus valores naturales) seca cauces y provoca la mortandad de peces.

Caminos fluviales

Resclosa de Can Sedó, al Llobregat. Imatge del vídeo divulgatiu "D'esquenes al Llobregat".

Rafael Díaz, ecologista de ‘Martorell Viu’ muestra su preocupación por la falta de protección de las zonas inundables del río, por los intentos de ocupar urbanísticamente estos espacios así como alerta de que los nuevos proyectos de construir caminos fluviales no sirvan sino para legalizar las ocupaciones ilegales en la orilla del Anoia.

Luis Godé, jefe del Departament de Planificació i Ordenació de l’Espai fluvial de l’Agència Catalana de l’Aigua (ACA), expresaba su opinión de que aunque hay que conocer mejor el río, es preferible que si hay espacios de gran valor natural estos se preserven y los caminos públicos se hagan rodeándolos. Si la presión a la que se somete el Llobregat es grande -decía Godé-, a partir de Martorell, río abajo, es mucho más fuerte «pero suerte tenemos de una figura de protección que se ha demostrado de gran valor: el Parc Agrari, que actúa de barrera e impide que los espacios de las orillas del río acaben ocupadas por polígonos industriales o residenciales «. La agricultura salva por ahora al río.

 

 

 

 

 

La ribera del Llobregat hace de reserva de la biodiversidad

La ribera del Llobregat hace de reserva de la biodiversidad

La ribera del Llobregat en Abrera es el último punto del río antes de entrar en el espacio más metropolitano, justo en el desfiladero de Martorell. Por lo tanto, constituye un reservorio de biodiversidad en la puerta de la región metropolitana de Barcelona y un lugar que es un refugio para muchas especies nidificantes. Acompañamos los técnicos de SEO BIRD LIFE durante el anillamiento de aves que cada mes realizan en este punto de la comarca, acción que se hace gracias al convenio de colaboración que la entidad tiene con el área de Medio Ambiente de Ayuntamiento de Abrera.

Alfonso Recio, técnico municipal de Abrera, subraya lo importante que es el entorno fluvial del río Llobregat a su paso por Abrera: es la principal aportación de agua en el acuífero de Abrera, conocido como cubeta de Abrera. Sin el río, este acuífero no existiría. Los sedimentos que secularmente ha arrastrado la corriente, también son los que han creado la capa geológica que conforma el acuífero.

El corredor mediterráneo

Por otra parte, el río ha sido, históricamente, un espacio de comunicación. El Llobregat rompe la cordillera litoral, en el desfiladero de Martorell, creando un paso que relaciona la fosa Valles-Penedès. Es lo que hoy llamamos corredor mediterráneo (antigua vía augusta) con el llano de Barcelona. De hecho, gracias al río, en Abrera confluye el camino de Madrid, el corredor mediterráneo y el acceso a Barcelona, ​​y también vía Llobregat, un acceso hacia los Pirineos. Estratégicamente se trata de una geografía inmejorable.

Desde el punto de vista ecológico, el río es vital para Abrera, un municipio tan recortado por las infraestructuras de comunicación (el Llobregat es también una cierta paradoja, da una accesibilidad importante y a la hora atrae presión infraestructural). A nivel regional, es un conector ecológico, por ejemplo entre Montserrat y el delta del Llobregat. Pero también a nivel local, dentro de Abrera, nos garantiza una conectividad ecológica norte – sur. Y los torrentes del Llobregat, conectan las llanuras agrícolas de Abrera de Can Garrigosa y Sant Ermengol, o las sierras de cierran el valle del arroyo del Morral.

Los cañaverales ofrecen refugio a las aves

La ribera del Llobregat en Abrera tiene doble lectura. En sí mismo, actualmente es ya un espacio de gran valor. Todo el cañaveral da refugio a las especies nidificantes. Pero al mismo tiempo, sabiendo que la caña es una especie invasora, el espacio de ribera nos da la oportunidad de realizar proyectos de gestión de recuperación del bosque de ribera en determinados puntos. Este potencial de mejora, los proyectos que se pueden desarrollar, también son un valor.